La cuestión pendiente de los dos Estados. Acuerdo inicial de paz en Gaza
El Gobierno de Israel ratificó un acuerdo de alto el fuego con Hamás, un paso fundamental que abre las puertas para la suspensión de los bombardeos y operaciones militares en la Franja de Gaza. Este acuerdo, impulsado por una propuesta de tregua de Estados Unidos, busca poner fin a dos años de conflicto y ocupación israelí, así como facilitar la liberación de los últimos rehenes israelíes aún cautivos.
La ratificación del alto el fuego, anunciada el viernes, establece un cronograma claro. La suspensión de las hostilidades entrará en vigor en un plazo de 24 horas, seguida por la liberación de los rehenes retenidos en Gaza en las 72 horas siguientes.
Cuestionamientos internacionales
El acuerdo se produce en un momento de fuerte presión internacional sobre Israel. Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, las mujeres y los niños han representado casi el 70% de las muertes verificadas en la Franja de Gaza. Esta proporción, junto a la destrucción de infraestructura, la obstaculización de la entrada de ayuda humanitaria, la condición de hambruna de la población, el asesinato de cientos periodistas, ha llevado a expertos y comisiones independientes de la ONU a calificar las acciones israelíes como "consistentes con un genocidio" o a afirmar que Israel "está cometiendo un genocidio" en el enclave.
Altos funcionarios como Chris Sidoti, comisario australiano de una comisión de investigación de la ONU, han señalado que las muertes "no son accidentes, no son daños colaterales". Además, la Corte Penal Internacional (CPI) ha avanzado con una investigación sobre la situación en Palestina, llegando a solicitar órdenes de detención contra altos funcionarios israelíes y líderes de Hamás por presuntos crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Muchos analistas coinciden en que la participación activa de Estados Unidos en las negociaciones fue acelerada en gran parte por esta creciente presión internacional y las demandas de la sociedad civil en diferentes partes de mundo, incluida varios países de Latin América.
Claves del acuerdo de 20 puntos
El plan estadounidense vincula la liberación de los rehenes con una acción militar clave por parte de Israel:
• Retirada Israelí: El Ejército israelí deberá realizar una primera retirada en Gaza hasta la denominada "línea amarilla" antes de la liberación de los rehenes el próximo lunes, 13 de octubre de 2025.
• Situación de los Rehenes: Se cree que 20 rehenes israelíes siguen vivos en Gaza, mientras que 26 se dan por muertos. Hamás ha advertido que la recuperación de los cuerpos de los fallecidos podría llevar más tiempo que la liberación de los supervivientes.
• Retiro de Prisioneros Palestinos: El acuerdo contempla la liberación de cientos de presos palestinos de las cárceles israelíes. No obstante, una fuente palestina afirmó que la lista final aún no está cerrada, ya que el grupo busca la libertad de algunos de los detenidos más destacados.
Incógnitas sobre el plan
La promesa del presidente Trump de que "Gaza será reconstruida” se articula con un Plan de Desarrollo Económico específico, pero sin un acuerdo sobre el futuro político. El plan de 20 puntos establece que la Franja será gobernada bajo un Gobierno transitorio temporal de un comité palestino tecnócrata y apolítico. Este comité, compuesto por palestinos calificados y expertos internacionales, estaría bajo la supervisión de un nuevo organismo internacional, la “Junta de la Paz”. Otro de los grandes temores tiene que ver con las garantias de si israel cumplirá o no con lo pactado, una vez se entreguen los rehenes.
Ayuda humanitaria y obstáculos para superar
La entrada en vigor del alto el fuego permitirá la inmediata entrada de camiones cargados de alimentos y ayuda médica a Gaza, una medida crucial para ayudar a cientos de miles de civiles que se han refugiado en tiendas de campaña tras la destrucción de sus hogares.
A pesar del optimismo, persisten grandes desafíos y puntos sin debatir dentro del plan de 20 puntos de Trump, uno de estos se refiere al destino de Hamás, dado que parte del acuerdo es que esta organización terrorista no podrá gobernar en Gaza. Además de la delicada implementación y coordinación de la retirada israelí, la publicación y verificación de las listas de prisioneros y rehenes.
Otra de las incertidumbres estan vinculadas al mecanismo de gobernanza propuesto por Estados Unidos, puesto que no aborda la cuestión de fondo de una solución política duradera, especialmente sobre la creación de dos Estados (el palestino y el israelí), que para muchos en la comunidad internacional es la única vía creíble para una paz permanente en la región.
El acuerdo marca un punto de inflexión, pero la sostenibilidad de la tregua y la transición hacia una paz duradera dependerán de la implementación exitosa de los puntos iniciales y de la voluntad de ambas partes para abordar las cuestiones fundamentales aún pendientes.
