¡Habemus Papam! El estadounidense Robert Prevost es elegido León XIV en un histórico cónclave

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Tras cuatro intensas votaciones que se extendieron desde el miércoles hasta el jueves 8 de mayo, el cardenal estadounidense Robert Prevost fue anunciado como el nuevo obispo de Roma, sucediendo al difunto Papa Francisco. El anuncio, realizado por el cardenal Dominique Mamberti con las tradicionales palabras "Annuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam!", desató la alegría en la Plaza de San Pedro.

Prevost, de 69 años, originario de Estados Unidos y con nacionalidad peruana, se convierte así en el primer pontífice con estas raíces, tomando el nombre de León XIV. Su elección se produjo en un cónclave histórico, el más numeroso y diverso hasta la fecha, con la participación de 133 cardenales electores provenientes de múltiples países y continentes. Sorprendentemente, la deliberación fue más rápida de lo anticipado por los expertos.

En sus primeras palabras desde el balcón de la Basílica de San Pedro, el recién elegido Papa León XIV hizo un ferviente llamado a la paz mundial y a la construcción de puentes a través del diálogo y la unidad. Recordó su pasado como sacerdote agustino, misionero y arzobispo en Chiclayo, Perú, dirigiéndose a la multitud primero en italiano y luego en español.

La noticia de la fumata blanca, la señal de la elección, generó una explosión de júbilo entre los miles de fieles congregados en el Vaticano, quienes esperaban ansiosamente el anuncio. Las campanas de la Basílica repicaron en sincronía con la aparición del humo blanco, confirmando la elección.

La elección de León XIV llega tras el fallecimiento del Papa Francisco, cuyo pontificado de 12 años estuvo marcado por reformas y un enfoque en los más necesitados, aunque también generó críticas desde sectores conservadores. El nuevo Papa enfrentará desafíos significativos, tanto internos como externos, incluyendo la crisis de la pederastia, la disminución de vocaciones, el papel de la mujer en la Iglesia, los conflictos globales, el auge del populismo y la crisis climática.

Mientras los detalles específicos de la elección permanecen confidenciales, la multitud en Roma y en otros lugares del mundo celebró con entusiasmo la llegada de León XIV, el 267 sucesor del apóstol Pedro, depositando en él las esperanzas para el futuro de la Iglesia Católica. En señal de celebración, incluso las campanas de importantes catedrales en España, como la Almudena de Madrid y la Sagrada Familia de Barcelona, repicaron tras el anuncio.