Elecciones parlamentarias en Noruega 2025: ¿Qué lugar ocupan los votantes latinoamericanos en el escenario político?

El próximo 8 de septiembre de 2025, Noruega celebrará elecciones parlamentarias. En este contexto, los votantes de origen latinoamericano tienen la oportunidad de influir en la dirección política del país. ¿Pero están realmente participando? ¿Qué factores impulsan —o frenan— su presencia en las urnas? ¿Y qué estrategias están aplicando los partidos políticos para acercarse a este electorado diverso?
¿Quiénes son los votantes latinoamericanos en Noruega?En las elecciones de 2021, cerca del 9% del electorado tenía origen migrante, incluyendo tanto a inmigrantes de primera generación como a sus descendientes nacidos en Noruega. Dentro de este grupo, los inmigrantes latinoamericanos y caribeños mostraron una tasa de participación del 59%, superior al promedio general de inmigrantes (50%).
Aunque alentador, este dato sigue por debajo del promedio de la población noruega sin antecedentes migratorios, cuya participación alcanzó el 80%. Y si bien la comunidad latinoamericana no es homogénea, las diferencias nacionales son notables: los venezolanos votaron en un 74%, mientras que los brasileños alcanzaron un 66%.
¿Votar o no votar? La participación política de los latinoamericanos en Noruega
En los últimos años, se ha hecho evidente que una parte importante de la población latinoamericana residente en Noruega opta por no participar en las elecciones. Esto ocurre incluso cuando ya tienen derecho a hacerlo, ya sea porque han residido más de tres años en el país (elecciones municipales) porque han adquirido la ciudadanía noruega (Parlamento). La pregunta se vuelve entonces urgente: ¿por qué no votan?
Desde una perspectiva jurídica y de derechos humanos, el sufragio es un ejercicio fundamental de participación democrática y un pilar para la inclusión social. No obstante, la abstención entre los inmigrantes no se debe únicamente al desinterés, sino que obedece a múltiples factores estructurales, culturales y políticos.
¿Qué factores explican esta baja participación?1. Desconfianza heredada de los sistemas políticos latinoamericanos: Muchos migrantes provienen de países donde la corrupción, el clientelismo y la falta de transparencia han deteriorado la confianza en las instituciones. Esta percepción puede trasladarse a su experiencia en Noruega, generando una actitud de escepticismo hacia la política en general, incluso cuando el sistema es más transparente y funcional. Además, en algunos casos hay temor a ser identificados como parte de una estructura oficial que recuerda experiencias represivas en sus países de origen.
2. Desconocimiento del sistema político noruego: El parlamentarismo, la descentralización, los diferentes niveles de gobierno y la organización de los partidos en Noruega difieren mucho de los sistemas políticos de América Latina. Esta falta de familiaridad puede provocar que muchos migrantes no se sientan en posición de ejercer su voto de manera informada. A menudo no saben cuáles son las competencias de los municipios ni el impacto real que puede tener su voto en la vida cotidiana.
3. Barreras lingüísticas y acceso a la información: Aunque algunos municipios ofrecen información electoral en distintos idiomas, muchas veces no llega de forma efectiva o no aborda las dudas específicas que pueden tener los votantes migrantes. Además, la información disponible puede carecer del contexto cultural necesario para facilitar su comprensión. La traducción literal de conceptos políticos no siempre basta: es necesario contextualizar, explicar con ejemplos y, sobre todo, generar espacios de conversación cara a cara.
4. Falta de representación política: La ausencia de candidatos de origen latinoamericano en las listas electorales puede generar una sensación de invisibilidad o falta de voz en la arena política local. Sin representantes visibles, muchos sienten que ningún partido los representa realmente. Esta carencia simbólica genera distancia emocional, pero también refuerza la idea de que la política es para otros.
5. Prioridades inmediatas: Las personas migrantes a menudo enfrentan presiones laborales, económicas y familiares que les dejan poco margen para involucrarse políticamente. En muchos casos, la supervivencia diaria prima sobre la participación cívica. El tiempo, la energía y el interés están orientados hacia resolver necesidades básicas, y el acto de votar puede parecer una prioridad secundaria, lejana o incluso irrelevante.
Factores que determinan la participación electoral 1. Tiempo de residencia e integraciónCuanto más tiempo llevan los inmigrantes en Noruega, mayor es su nivel de integración política y social. Este fenómeno se observa claramente en grupos como los venezolanos, que han desarrollado una conexión más fuerte con las dinámicas políticas noruegas tras años de residencia, formación de redes sociales y familiarización con el sistema político.
2. Nivel educativo, dominio del idioma y barreras lingüísticasEl nivel educativo y el dominio del idioma noruego influyen significativamente en la participación electoral. Las personas con estudios superiores suelen estar mejor informadas sobre el proceso democrático y, al manejar mejor el idioma, acceden con mayor facilidad a información clave para votar de forma consciente. Sin embargo, persisten barreras lingüísticas importantes. Aunque muchos inmigrantes latinoamericanos hablan inglés, la información electoral se difunde casi exclusivamente en noruego, lo que representa un obstáculo para quienes no dominan bien el idioma. Esta situación se agrava en regiones con escasa oferta cultural o institucional en español o portugués, limitando el acceso a recursos que faciliten una participación informada.
3. Redes comunitarias y cultura política previaLa cultura política de origen puede ser un puente o una barrera. En muchos países de América Latina, el escepticismo hacia los partidos o la desconfianza institucional es común, lo que puede afectar la predisposición a participar en democracias estables como la noruega. Sin embargo, las organizaciones comunitarias latinoamericanas en Noruega juegan un rol activo en concientizar sobre el voto, muchas veces con campañas multilingües y eventos informativos.
¿Cómo interpelan los partidos noruegos a los votantes latinoamericanos?
Los partidos de centroizquierda como el Partido Laborista (Arbeiderpartiet), SV (Izquierda Socialista) y Rødt (Rojo) suelen tener una mayor resonancia con votantes migrantes por su enfoque en derechos sociales, redistribución, integración y políticas públicas inclusivas. Estas agrupaciones han sido tradicionalmente más activas en integrar a personas con trasfondo migrante en sus listas, discursos y estructuras locales.
¿Qué papel juegan los partidos de derecha entre los votantes latinoamericanos?
Aunque la mayoría de los votantes latinoamericanos en Noruega históricamente se inclinan por partidos de centroizquierda e izquierda, los partidos de derecha no están ausentes en este escenario. Su relación con el electorado inmigrante es compleja y varía según el contexto, el discurso y la estrategia.
Conservadores con enfoque económicoPartidos como el Høyre (Partido Conservador) o el Fremskrittspartiet (FrP) pueden atraer a un sector específico del electorado latinoamericano, especialmente a quienes valoran la libertad económica, el emprendimiento y una menor intervención estatal. Personas que han emigrado desde países con sistemas autoritarios de izquierda —como Cuba, Venezuela o Nicaragua— pueden desarrollar una afinidad ideológica con partidos que critican el colectivismo o el intervencionismo estatal.
En este sentido, Høyre, con su enfoque en la economía de mercado, puede resultar atractivo para profesionales latinoamericanos bien establecidos que buscan estabilidad, impuestos moderados y una política predecible. Su discurso tiende a ser menos confrontativo que el de FrP, lo que también puede facilitar cierta empatía. No obstante, la falta de mensajes específicos hacia migrantes limita su impacto más amplio.
FrP y su discurso polarizadorEl Fremskrittspartiet (Partido del Progreso) ha mantenido durante años un discurso crítico hacia la inmigración, abogando por políticas más restrictivas y una visión más asimilacionista. Esto genera desconfianza entre la mayoría de las comunidades migrantes, incluida la latinoamericana. Sin embargo, FrP ha intentado, en años recientes, diferenciar entre inmigrantes bien integrados y aquellos que consideran problemáticos para el sistema.
Han buscado atraer a personas migrantes que rechazan el multiculturalismo o que tienen una visión crítica de otras culturas migrantes, especialmente provenientes de Medio Oriente. En algunos discursos, incluso han apelado al inmigrante modelo que trabaja, paga impuestos y no depende del Estado. Esta narrativa, aunque polémica, ha calado en ciertos sectores minoritarios. Aun así, este enfoque refuerza estereotipos y establece jerarquías implícitas entre los distintos grupos migrantes.
Falta de representación simbólicaUn elemento crucial es la escasa presencia de candidatos con raíces latinoamericanas en los partidos de derecha. Esta carencia reduce la capacidad de conexión y empatía, y proyecta una imagen de exclusión o lejanía. A diferencia de algunos partidos de izquierda que han incorporado voces migrantes en sus estructuras, la derecha tradicional ha sido más lenta y selectiva en este aspecto.
¿Qué puede generar una mayor empatía política?- Experiencia compartida: Candidatos que han vivido la migración y pueden conectar desde su biografía.
- Lenguaje inclusivo: Evitar estigmatizaciones y discursos que polaricen por origen.
- Propuestas concretas: Políticas claras sobre empleo, homologación de títulos, vivienda y vida familiar.
- Participación comunitaria: Escuchar activamente, colaborar con asociaciones y estar presente en eventos comunitarios.
- Formación cívica intercultural: Impulsar talleres o materiales adaptados para explicar el sistema político noruego desde la experiencia migrante.
¿Qué están haciendo los partidos políticos?
La izquierda: inclusión y representación
Los partidos de izquierda —Partido Laborista (Ap), Izquierda Socialista (SV) y Rødt— históricamente han atraído a votantes inmigrantes, y los latinoamericanos no son la excepción. Su enfoque en la justicia social, los derechos laborales, la lucha contra la discriminación y la igualdad de oportunidades conecta con las preocupaciones de muchas personas migrantes.
Estos partidos también se han destacado por incluir candidatos de origen migrante en sus listas, un factor que genera identificación entre el electorado. Además, suelen invertir en materiales de campaña multilingües y eventos específicos para comunidades diversas.
¿Y la derecha? Un enfoque más distante, pero presenteEn años recientes, los partidos de derecha —tanto en Noruega como en América Latina— han demostrado un notable grado de presencia en comunidades migrantes. A través de discursos de orden, pertenencia y valores tradicionales, algunos de estos partidos logran generar empatía con votantes que han experimentado inestabilidad o inseguridad en sus países de origen.
Este fenómeno, que no es exclusivo del norte de Europa, merece atención: el voto migrante no es homogéneo ni fácilmente predecible. Por ello, el acceso a información objetiva y clara, como la que ahora ofrece el Valgdirektoratet, es clave para que cada persona forme su propia opinión y ejerza su voto de manera consciente.
Los partidos de derecha, como el Høyre y el Fremskrittspartiet, han tenido menos éxito entre los votantes latinoamericanos. Parte de esto se debe a sus posiciones más restrictivas en materia de inmigración y políticas de integración, lo cual ha generado desconfianza en algunos sectores.
Sin embargo, no todos los votantes migrantes rechazan estas opciones. En ciertos casos, especialmente entre personas con visión empresarial o posturas más conservadoras en temas sociales, existe simpatía hacia partidos de derecha moderada. El Partido Conservador, en particular, ha intentado atraer a votantes con origen migrante destacando el acceso al empleo, la educación y la responsabilidad individual como pilares para la inclusión.
Aun así, la conexión emocional y política de la derecha con las comunidades latinoamericanas sigue siendo limitada, en parte por la falta de representación directa y una comunicación menos efectiva con este electorado.
Falta de información oficial en español para las elecciones parlamentarias de 2025A diferencia de años anteriores, para las elecciones parlamentarias de 2025 en Noruega no se ha publicado material oficial en español por parte del Valgdirektoratet (Dirección de Elecciones). Esta ausencia representa un serio obstáculo para la participación democrática de la comunidad hispanohablante en Noruega, que no cuenta con recursos accesibles en su idioma para informarse sobre sus derechos electorales y los procedimientos para votar.
Es preocupante que las autoridades noruegas no prioricen la inclusión lingüística y cultural en un país cada vez más diverso, dejando de lado a importantes grupos de votantes potenciales. La falta de información oficial en español dificulta que miles de ciudadanos puedan ejercer su derecho al voto con conocimiento y confianza.
La guía en español publicada en 2023 sigue siendo la única referencia disponible, pero no está actualizada ni adaptada al contexto de las elecciones de 2025, lo que puede generar confusión y desinformación.
La comunidad y las organizaciones que trabajan con migrantes hispanohablantes deben estar alertas y buscar alternativas para difundir información electoral confiable, mientras se exige a las autoridades una mayor responsabilidad y compromiso con la inclusión y la democracia.
Desafíos y oportunidades hacia 2025 Un electorado más diversoSegún las proyecciones demográficas y estudios sobre participación electoral, una parte significativa de las personas con derecho a voto en Noruega tiene antecedentes migratorios. Sin embargo, este sector de la población suele estar subrepresentado en las urnas. Las razones son múltiples: desde barreras lingüísticas hasta falta de información contextual o confianza limitada en las instituciones políticas.
La existencia de información oficial multilingüe, y en particular en español, marca una diferencia concreta en el acceso al derecho al sufragio. Además de reflejar un compromiso institucional con la inclusión, representa una herramienta de empoderamiento ciudadano.
Según cifras del SSB, el 23% de los inmigrantes de América Latina en Noruega han adquirido la ciudadanía noruega entre 2012 y 2022.
Cerrar la brecha de participaciónAunque los latinoamericanos votan más que otros grupos migrantes, su participación sigue por debajo del promedio nacional. Superar esto requiere esfuerzos coordinados entre autoridades, partidos y sociedad civil, incluyendo campañas de información culturalmente adaptadas, alianzas con organizaciones comunitarias y materiales multilingües accesibles. Su importancia radica en que los jóvenes nacidos en Noruega de padres latinoamericanos representarán una parte crucial del electorado en los próximos años. Su doble pertenencia cultural les da herramientas únicas para ejercer un liderazgo activo y construir puentes entre comunidades. Fomentar su participación no solo como votantes, sino también como candidatos, activistas y mediadores culturales, será clave para una democracia verdaderamente representativa.
Empoderar a la nueva generaciónLos jóvenes nacidos en Noruega de padres latinoamericanos representan una nueva ola de votantes. Con mayor dominio del idioma, familiaridad cultural y acceso a redes sociales noruegas, este grupo puede convertirse en un motor de cambio político. Pero su movilización dependerá de si sienten que su voz cuenta y que los partidos realmente los representan.
No basta con tener derecho al voto: es necesario ejercerlo. Cada voto cuenta. Y cada voz importa.
¿Tienes ciudadanía noruega y cumples con los requisitos para votar?
¡Participa! Tu voz importa.
Por Fernando Báez Muñoz — Abogado, especialista en migración y derechos humanos.